martes, 2 de septiembre de 2008

Regreso



Me abracé al Levante y me sentí gaviota remontando imposibles por tierras de amarillos que empiezan a estar gastados, vides colmadas y ocres, que esperan sumisos el letargo dormido en la casa del Tiempo.

Primero fue dejar auroras, palabras y sentimientos: rivalizan los recuerdos agolpados en desorden. Llegaron dudas y pesares. Terminé el moscatel y las pasas. La farola me guiñó por última vez. Quedó colgado el aire rizando azules … !Qué dificil es desprenderse de tantos retales de tu vida! Pero el hogar tiene dirección escrita, y empecé el camino calzada de desganas y sin prisas. Pisé distintas geografías. Una bandada de deseos me acompañaba rápida, sin posibilidades de poder atrapar alguno de ellos. Me reconfortó saber que al otro lado del horizonte también existen lágrimas y sueños.

Desfilaron curvas, montañas perfiladas de azules, subidas, descensos, ríos. Extensiones secas, otras verdes. Pueblos, gente, diferentes lenguas. Vi el revolotear de banderas. Todo quedó engarzado en mi mirada, aguardando próximas ocasiones.
Ahora descanso en el sosiego, entre húmedos brillos del agua, tulipanes, noches largas, recuerdos. Paisaje donde, poco a poco, va arraigándose mi historia.

No hay comentarios: